Luna Teatro Danza presenta el domingo en el Teatro Góngora (12:00 horas) Blancanieves, una historia que da giros inesperados al cuento clásico de manera divertida y con humor, pero siempre con un toque poético. Dirigida por Pablo Vergne, un reconocido creador especializado en espectáculos de títeres para público infantil y familiar, el montaje se incluye en el ciclo Vamos al Teatro, una iniciativa en la que colaboran la Delegación de Educación e Infancia del Ayuntamiento y el Instituto Municipal de las Artes Escénicas (IMAE) Gran Teatro de Córdoba.
El espectáculo combina lo poético y lo cómico recurriendo a variados lenguajes escénicos como la danza, las máscaras, los títeres, la música y el teatro de objetos. La dramaturgia, a su vez, sorprende dando giros inesperados al cuento clásico, mientras que la plástica junto con el espacio sonoro están cargados de simbología para tocar las emociones del espectador, generando variadas atmósferas llenas de contrastes.
La historia narra cómo Blancanieves se ve empujada a escapar de su malvada madrastra. En su huida atraviesa un bosque inhóspito lleno de animales salvajes que se cruzan en su camino y la ayudan. Más tarde llega a la casa de unos enanitos, que la protegen a cambio de que les haga las tareas del hogar. Obligada por las circunstancias acepta a regañadientes, pero echa de menos el bosque donde la naturaleza crece libre y salvaje. Engañada por una bruja prueba una manzana envenenada y cae en un sueño mortal. Príncipes de todo el mundo acuden a despertarla con un beso, pero ninguno lo logra porque en realidad no existen príncipes azules que salven a mujeres dormidas. Todo el bosque se sume en una inmensa tristeza. Finalmente, unas ardillas inquietas y traviesas consiguen quitar el trozo de manzana envenenada que está en la garganta de Blancanieves, que despierta y comienza a bailar la danza de la vida.
En palabras del director, que ha logrado cerca de 30 premios en los principales festivales de teatro infantil y familiar dentro y fuera de España desde el año 2000, “la huida que protagoniza Blancanieves es un viaje que propiciará su madurez, un tránsito de la ingenuidad a la experiencia de vital importancia para la transformación del personaje y el sentido de la obra”. Según plantea Vergne, Blancanieves ama la libertad, pero renuncia a ella por la seguridad que le ofrecen los enanos. “Una libertad -concluye- que solo puede recuperar cuando revive en ella su propia naturaleza, ya que sin libertad todo muere dentro de nosotros mismos”.
Gabinete de Prensa IMAE