El Gran Teatro de Córdoba acoge mañana sábado una de las más admiradas y populares comedias de Shakespeare, Noche de Reyes, una obra en la que de nuevo el amor es el protagonista y en la que se suceden el disfraz, la agudeza de los juegos de palabras, la pasión, los desafíos, la burla, los equívocos la ilusión y la poesía al servicio de un texto genial. Se trata de una de las comedias más representadas del autor inglés y cuenta con algunos de los momentos más divertidos y extravagantes de sus creaciones. El montaje es una coproducción de Ur Teatro -Premio Nacional de Teatro en 1993 por otra comedia del autor inglés, El sueño de una noche de verano, que también pudo verse en el Gran Teatro- y el Teatro Español. La versión es de Álvaro y Helena Pimenta, toda una especialista en Shakespeare y directora a su vez del espectáculo.
Escrita en 1602, el argumento de Noche de Reyes comienza cuando Viola y Sebastian, hermanos gemelos, naufragan en la costa de Iliria. Viola se salva y cree que su hermano ha muerto ahogado. Disfrazada de hombre y bajo el nombre de Cesario entra como criado al servicio del conde Orsino, enamorado de Olivia, que no le corresponde y ante la que Viola-Cesario hace de embajador del noble. Olivia se enamora de él-ella. También el conde, ante el rechazo de Olivia, se va enamorando de su servidor-servidora, lo que produce la aparición de un triángulo amoroso. Aquí empieza el enredo — al que se ven arrastrados también unos jugosos personajes secundarios–, el trueque de realidad en apariencia, situaciones que se complican aún mas cuando aparece Sebastián de incógnito. Al cabo, todo termina en un desenlace feliz.
Para Helena Pimenta, fundadora de Ur Teatro, compañía con la que montó seis títulos del bardo de Avon, y directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (2011- 2019), en esta comedia, Shakespeare, “jugando con la identidad en el límite, como nunca antes había hecho, nos deleita con la circulación de secretos, falsedades conscientes o inconscientes y enigmas por descifrar”. La directora destaca, por otro lado, que también es una de sus comedias donde la audiencia es co-protagonista de los acontecimientos. “El espectador –explica– se ve interrogado ética y psicológicamente y obligado a asumir una cierta responsabilidad moral que el autor le pone y le quita mediante la risa y otros ardides teatrales. El humor llena las palabras de esta genial comedia y traspasa el escenario para, con mucha risa, hacernos disfrutar, sentir y pensar”.
Se ha dicho que en Noche de Reyes estamos ante el Shakespeare “más juguetón”, opinión que comparte Álvaro Tato, integrante de la compañía Ron La Lá. El coautor de la versión considera que esta comedia es “Una celebración pagana, delirante, divertida y dolorosa del deseo y sus laberintos. Pura pasión en vena”.
El montaje ha obtenido excelentes críticas que destacan la adaptación “tan deliciosa como equilibrada de la obra, hilada con tal destreza que en ningún momento se pierde la atención”, así como la dirección de Pimenta, “imparable, pero marcando bien los tiempos para que cada propuesta sea un suma y sigue y no se solapen”. Elogios también merece el afinado reparto, integrado por un grupo de sólidos intérpretes: Carmen del Valle, Rafa Castejón, José Tomé, Victoria Salvador, Patxi Pérez, David Soto, Haizea Baiges y Sacha Tomé, que dan vida a nueve personajes.
Gabinete de Prensa IMAE