El montaje llega el viernes al Gran Teatro como espectáculo accesible, al que seguirán otros dos en marzo
El Gran Teatro de Córdoba presenta mañana viernes uno de esos espectáculos que llegan a su escenario con la etiqueta de “especial”. Se trata de Paraíso perdido, un gran texto de Helena Tornero a partir del poema épico de John Milton (1608-1674) con el que el director Andrés Lima se enfrenta al reto de llevar a escena este clásico de la literatura inglesa y universal. Pere Arquillué, en el papel de Dios, y Cristina Plazas, en el de Satanás, encabezan el extraordinario reparto de un montaje que es “toda una experiencia escénica”, según la crítica.
El paraíso perdido, el largo poema –más de 10.000 versos sin rima divididos en doce libros– escrito por Milton en 1667 narra dos caídas. Primero la de Satán, en su rebelión contra Dios, una batalla grandiosa que las huestes celestiales ganarán. Después, la de Adán y Eva, expulsados del Edén. La pérdida y la desobediencia son los temas principales de este poema en prosa creado en el siglo XVII, adelantado a la poesía contemporánea y osado en su concepción heroica de quienes se oponen al poder, en este caso, nada menos que al poder divino. Se trata de una obra fundamental para entender la cultura y el pensamiento occidentales que, en otro orden de cosas, convirtió a su autor en el escritor inglés más admirado después de Shakespeare.
Por su parte, el Paraíso perdido que podrá verse en el Gran Teatro propone una relectura actualizada de la obra del autor inglés, en la que la naturaleza del bien y del mal está muy presente, al igual que la condición de la relación entre el hombre y la mujer o la ficción rebelde que representa el teatro. La esencia del texto de Milton queda reflejada en esta versión como una tragedia clásica con aliento contemporáneo.
Reivindicado por los románticos como el héroe verdadero, Satanás de Milton simboliza al rebelde insurgente ante la tiranía, una rebelión fracasada que condicionará el destino del ser humano. Además de un homenaje a la belleza de las palabras de su autor desde una mirada de hoy, este Paraíso perdido es también un homenaje al oficio del comediante, tantas veces demonizado por su fascinante capacidad de transformación y transgresión, por su protagonismo en la transmisión del conocimiento, actitud que siempre provoca una enorme desconfianza en el poderoso. También es un viaje, añade la presentación del montaje, “al lugar del otro, un dejarse atravesar por la poesía de Milton y descubrir qué parte hay en cada uno de nosotros de ángel, diablo, hombre, mujer, comediante o espectador”. En definitiva, se trata de una dramaturgia que homenajea el oficio del comediante, tan vilipendiado durante siglos, y que, por otro lado, rompe la cuarta pared en un montaje que invita al público a buscar las batallas interiores que laten en cada persona.
Lima, un director y actor renovador, vinculado especialmente con la compañía Animalario y en cuyos montajes caben la violencia y la instrospección, la sorpresa y la poesía, asume con éxito, en opinión de los expertos, la difícil tarea de llevar a la escena este clásico de la literatura. Un logro para el que parte del brillante texto con el que Helena Tornero se ha acercado a Milton a través de una mirada desde nuestro tiempo.
La apuesta del IMAE por los espectáculos accesibles
Paraíso perdido es el segundo de los espectáculos accesibles para personas con diversas discapacidades que el IMAE ofrecerá en los teatros municipales durante esta temporada 2022-2023. Le seguirán en las próximas semanas otras dos obras teatrales: La infamia (Teatro Góngora, sábado 4 de marzo) y Los santos inocentes (Gran Teatro, sábado 18 de marzo).
La intención del Instituto Municipal de las Artes Escénicas es ofrecer de forma cada vez más habitual espectáculos adaptados a espectadores con discapacidades visuales o auditivas. De este modo, las personas ciegas o que tengan baja visión pueden escuchar una descripción del contenido visual de la obra. Por otro lado, los espectadores con discapacidad auditiva pueden apoyarse en el subtitulado para seguir el desarrollo de la obra en cuestión. Por su parte, las personas con prótesis auditivas compatibles pueden escuchar el sonido de la representación directamente en su audífono o implante coclear. Y, por último, quienes tengan problemas más leves de audición dispondrán de la posibilidad de amplificar el sonido del espectáculo mediante unos auriculares.
Gabinete de Prensa IMAE