Este espectáculo está producido en colaboración con Royal Czech Ballet y Ballet de Milán.
El Ballet Clásico Internacional es una propuesta artística de Tatiana Solovieva Producciones, que lleva 30 años compartiendo los mejores espectáculos con España, respetando y honrando la hermosa tradición del ballet clásico. Sus producciones han sido ampliamente reconocidas por su calidad, con tres galardones al Mejor Espectáculo de Danza del Teatro de Rojas de Toledo (2013, 2015 y 2018) y el Premio al Mejor Espectáculo de Danza de Vigo en 2008, ambos elegidos por votación popular. Con una impresionante escenografía de Evgeny Gurenko y bailarines de renombre mundial, el Ballet Clásico Internacional nos ofrece la delicadeza de El Lago de los Cisnes, el fantástico cuento navideño de El Cascanueces y la dulce Bella Durmiente, con la maravillosa música de P. Tchaikovsky, y también la frágil Giselle, con la música de A. Adam.
Giselle
El espectáculo se divide en dos actos:
I Acto
En una aldea de Renania medieval, una joven campesina llamada Giselle se alegra del sol radiante, del cielo azul, del dulce canto de los pájaros y, sobre todo, porque su vida se ha iluminado por el amor. Ella se ha enamorado y cree que su amor es correspondido. Inútilmente, el guardabosques Hilarión, que a su vez está enamorado de ella, la intenta convencer de que Albrecht no es un simple campesino, sino un noble que la engaña disfrazándose. Hilarión se introduce en la casa que alquila Albrecht en la aldea, encontrando allí la espada nobiliaria de éste.
Después de la caza los nobles y su séquito pasan por la aldea para tomar un pequeño descanso. Los campesinos los reciben atentamente. Albrecht se sorprende por este encuentro, especialmente porque entre los nobles está su novia Bathilde. En este momento, el furioso guardabosques les enseña la espada y descubre el engaño del conde Albrecht. Giselle se conmociona al darse cuenta del cruel engaño de su amado. Se ha roto su mundo puro y claro, su fe, sus esperanzas y deseos. Desesperada, pierde la razón y muere.
II Acto
Por la noche, entre las tumbas del cementerio, aparecen las «willis», espectros de novias muertas antes de sus bodas: “con sus vestidos y flores nupciales… inmensamente bellas, bailan las willis iluminadas por la tenue luz de la luna. Cada vez bailan con más pasión y rapidez, porque llega a su fin el tiempo del que disponen para bailar, y tienen que volver a sus tumbas, frías como el hielo…” (H. Heine). Las willis se encuentran con el guardabosques, quien destrozado por el sufrimiento de su culpabilidad, ha llegado a la tumba de Giselle. Siguiendo las órdenes de la implacable Mirtha, las willis introducen a Hilarión en su corro mortal hasta hacerle morir extenuado. Albrecht tampoco puede olvidar a Giselle y también, se dirige hacia su tumba. Las willis en seguida le rodean, pretendiendo depararle el mismo fatal destino que al guardabosques. Pero la aparición del espectro de Giselle le protege de la furia de las willis. El amor de Giselle le salva la vida.
Dirección General: Andrey Sharaev
Música: Adolphe Adam
Coreografía: Jules Perrot y Jean Coralli (adaptación de Andrey Scharaev)
Libreto: Théophile Gautier y Jules-Henri Vernoy
Solistas:
Giselle: Tatiana Nazarchevici
Albrecht: Nikolay Nazarchevici
Hilarión: Denis Dónica
Bathilde: Ana Oleinic
Mirtha: Yelizaveta Sávina
Prince de Courlande: Sergey Iliin
Dos Willis: Olga Markova y Erica Trabuio
El Gran Teatro celebra en el 2023 su 150º aniversario y el IMAE ha organizado un programa especial con motivo de este evento.
Este espectáculo forma parte de esta programación.
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