Tras el éxito que la propuesta tuvo hace veinticinco años, la compañía retoma el espectáculo con numerosas innovaciones
El sábado 19 de octubre a las 20 horas en el Gran Teatro se podrá disfrutar de ELEKTRA.25, el regreso a la Tragedia Griega para Atalaya. De la mano de su director Ricardo Iniesta, la compañía andaluza, quiere recuperar la esencia de aquel montaje que hace veinticinco años giró por unas 250 ciudades en más de 20 países de 5 continentes, cifras insólitas en el teatro español del último cuarto de siglo, introduciendo importantes cambios y aportaciones que potencien aún más su valor
Elektra.25 recuperará lo mejor de la puesta en escena del que fuera uno de los grandes montajes del teatro andaluz en las últimas décadas, tal como la crítica, público y profesión teatral proclamaron. El número 25 se refiere a los años desde que se pusiera en marcha aquel proyecto, a que será el 25º montaje de Atalaya, a los 25 siglos –2.500 años exactos- que se cumplen desde el nacimiento de Eurípides y a los 25 años desde la muerte de Heiner Müller. Por esas razones no se trata de remontar un espectáculo tal como fue, sino de crear una nueva versión con numerosas innovaciones.
El mito de Electra pertenece al ciclo de Troya. Dentro de la Tragedia Griega es el único que conserva las versiones de los tres grandes poetas de la Antigüedad: Esquilo (dentro de Cóeforas), Sófocles y Eurípides. El punto de partida del texto originario y del que se aborda en esta ocasión es la Electra de Sófocles, así como la Elektra de la versión que de él realizo Hugo von Hoffmansthal para la ópera de Strauss. Electra es una de las siete tragedias que nos han llegado de Sófocles y entre ellas se la reconoce como la más perfecta y nítida de sus obras en cuanto a estructura; por su parte la versión de Hoffmansthal, que aquí se plantea, introduce un final trepidante y vertiginoso.
El tema central es la espiral de violencia (muerte-venganza-muerte) que se perpetúa en la casa de los Atridas. La venganza es el principal “leit-motiv” de las diferentes versiones de la obra, uno de los grandes males de la Humanidad, que dos mil quinientos años después sigue propiciando grandes tragedias y calamidades a muy diferentes escalas, desde la doméstica a la planetaria; y ante todo una pregunta al espectador: “¿usted qué haría en tal caso?”. Emociones e interrogantes son los objetivos del teatro y en Elektra están expresados de una manera prodigiosa.
Atalaya ha conseguido crear un estilo propio que se basa en la energía del actor, tanto a través del cuerpo como de la voz, la lectura contemporánea de los grandes textos universales, la fuerza expresionista de las imágenes y el tratamiento poético del espacio, la música y los objetos. La continuidad de su equipo estable permite largos procesos de investigación para cada montaje. Con más de cuarenta años de trayectoria nacional e internacional, esta compañía se erige como referente en Andalucía.