Javier Gutiérrez y Cristina Castaño encabezan el reparto de ¿Quién es el señor Schmitt?, de Sébastien Thyéri, dirigida y adaptada por Sergio Peris-Mancheta, montaje que se verá en el Gran Teatro de Córdoba mañana viernes día 15 y el sábado 16. El reparto se completa con Armando Buika, Xabier Murúa y Quique Fernández.
En cuanto a la trama, lo que empieza como una sorprendente comedia, de pronto se convierte en un thriller de suspense, para terminar acariciando el drama e incluso, finalmente, la tragedia. Y todo regado por las aguas del absurdo. Un absurdo que emana coherencia y sensatez por los cuatro costados.
El señor y la señora Carnero (Gutiérrez y Castaño) cenan tranquilamente en su casa cuando, de pronto, suena el teléfono. Pero los Carnero no tienen teléfono. El misterioso interlocutor insiste en hablar con un tal señor Schmitt. Y lo que es más extraño aún, los Carnero descubren que están encerrados en una casa que no parece su casa: los cuadros han cambiado, los libros no son sus libros, la ropa de sus armarios tampoco… El pánico se apodera de todo. La pesadilla no ha hecho más que comenzar. Sea como sea, sus responsables lo advierten: se trata de una obra que, desde su comienzo, no busca cerrar la historia, sino que el público le ponga su propio final.
“En todas las funciones que hacemos tratamos de implicar al público de una manera o de otra. No queremos que el público esté cómodo en la butaca, que no sea sencillamente que se siente y le pongan de comer, sino que sea alguien que forme parte del menú. Esa es nuestra filosofía”, dice su director Sergio Peris-Mencheta.
Sin duda, el gran atractivo en ¿Quién es el señor Schmitt? reside en el actor protagonista Javier Gutiérrez. Es el actor español más aclamado del momento: con La isla mínima (2014) ganó la Concha de Plata del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, el Goya, el Feroz y el premio de la Unión de Actores, al Mejor Actor–; en 2017, con El autor, hizo lo propio en los premios de la Academia, y en la actualidad capitanea el reparto de Campeones, además de haberse apropiado del prime time de la televisión pública con la serie Estoy vivo.