Serrana profundiza en el romance desde la antropología y lo existencial
La compañía extremeña Albadulake presenta mañana viernes en el Teatro Góngora, un espectáculo que transforma el mito de la Serrana de la Vera en una obra contemporánea y, por otro lado, multidisciplinar: se trata de una propuesta que a través de la danza, el circo, el vídeo, el folclore y el teatro físico “adentra al público en una historia universal de transformación, poder y venganza” señala la bailaora cordobesa Ángeles Vázquez, responsable de la dirección y la dramaturgia, y a su vez, cofundadora y directora de la compañía junto al malabarista cacereño Antonio Moreno.
La puesta en escena es sostenida por tres personajes –la bailarina Clara Ferrao, el artista circense Stefano Fabril y el bailaor Álvaro Murillo– y transcurre paralela al romance del siglo XV, contado por el propio pueblo en formato de vídeo documental, lo que convierte a la protagonista en una Serrana del siglo XXI. La obra es un espectáculo transversal que profundiza en el Romance de la Serrana de la Vera tanto a nivel antropológico como existencial.
En Serrana no hay texto, ya que la obra, explica Vázquez se basa sobre todo en un trabajo coreográfico y de teatro físico. “El espectáculo -añade- transita por la identidad cultural de un pueblo, por su memoria y por la creación colectiva del mito desde un punto de partida fundamental, la reflexión de Caro Baroja: Un pueblo difícilmente olvida a sus dioses´. Esta certeza es el origen “de un trabajo apasionante sobre nuestros ancestros, nuestra identidad, nuestra tradición…”, concluye la directora. Según el romance, la Serrana era un ser con apariencia de mujer, muy hermosa y de fuerza sobrenatural, que atrapaba a los hombres para llevarlos a su cueva donde, después de gozar de ellos, los mataba.
El espectáculo comienza destacando el equilibrio natural del medio ambiente, para lo que relaciona a cada uno de los personajes con un elemento de la naturaleza: aire, agua y tierra. A continuación se adentra y profundiza en la transformación que el ser humano padece a través de las relaciones de poder, abuso y conformidad.
Según Albadulake, hay más de 125 versiones del romance de la Serrana de la Vera repartidas por toda la geografía española, y que fue muy popular en el siglo XVII. Debido a su fama, tanto Lope de Vega como Luis Vélez de Guevara escribieron obras de teatro bajo el mismo nombre del romance que alcanzaron mucho éxito en el Siglo de Oro. Además, hay otra obra sobre el tema, a modo de auto sacramental, de José de Valdivieso.
La historia de la Serrana de la Vera ha sido objeto de estudio por historiadores y antropólogos, que en su análisis de la leyenda sostienen diferentes puntos de vista. Así, hay una línea historicista-veracista defendida por Menéndez Pidal y Menéndez Pelayo, entre otros, que defienden la veracidad de la existencia del personaje, para lo que aportan datos de tipo histórico como fechas, lugares o nombres.
La segunda línea de investigación es la de Caro Baroja, para quien la Serrana era una antigua deidad pagana, la diosa Diana. Esta segunda opinión sitúa al personaje como un ser mitológico primitivo al que la creencia popular añade atributos sobrenaturales y convierte en una leyenda o ser mítico. Es así, “la explicación de un pueblo para calmar las inquietudes sobre el universo” dicen los creadores el espectáculo”.
Gabinete de Prensa IMAE