Este sábado, el Gran Teatro de Córdoba presenta la ópera «Don Giovanni» de Mozart.
La ópera vuelve al Gran Teatro de Córdoba este sábado con Don Giovanni, considerada la obra maestra dramática de Wolfgang Amadeus Mozart y uno de los más destacados títulos del repertorio operístico. La representación corre a cargo de los solistas y la orquesta de la Compañía Lírica Ópera 2001, con la participación del Coro Lírico Siciliano. La dirección musical corresponde a Martin Mázik, mientras que la dirección escénica la comparten Matteo Peirone y Gualtiero Ristori.
Don Giovanni, ópera en dos actos divididos en diez cuadros y un epílogo, se estrenó con gran éxito el 29 de octubre de 1787 en el Teatro Nacional de Praga. La obra es fruto de la colaboración de Mozart con el hábil libretista Lorenzo da Ponte, que se basó para su historia en El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, y, más en concreto, está inspirada en el libreto de G. Bertati para la ópera de G. Gazzaniga Don Juan Tenorio y el convidado de piedra, que se había estrenado seis meses antes. El título original de la obra, pese a que se la conoce universalmente en su forma abreviada, es Don Giovanni, ossia il dissoluto punito (Don Juan o el libertino castigado).
La acción transcurre en Sevilla, en algún momento del siglo XVII, y es el relato de las impiedades de Don Juan, un libertino que comete toda clase de fechorías para saciar sus ansias de seducción y que no duda, incluso, en asesinar al comendador, padre de doña Anna, una de sus conquistas. La obra posee una eficacia teatral extraordinaria que se traduce en una sucesión de maldades protagonizadas por el burlador, entre el asesinato del comendador, al comienzo, hasta su regreso de ultratumba para vengarse de Don Giovanni arrastrándolo a los infiernos, al final.
Calificada como la cima del arte lírico mozartiano, Don Giovanni es un perfecto ejemplo de la genialidad del compositor austriaco al profundizar de manera inigualable en la relación entre la música y el drama, y sustanciarla a partir de concepciones netamente musicales, es decir, utilizándolas como vehículo suficientemente expresivo por sí mismo para la descripción psicológica de una acción dramática determinada. Así, en este drama giocoso que es Don Giovanni, Mozart dibuja perfectamente el clima de la historia, mezclando los temas trágicos –los relacionados con el personaje del comendador, por ejemplo– con el retrato desenfadado de Don Giovanni, en una simbiosis magistral de los elementos serios con los cómicos.
Tras más de doscientos años representándose, la opinión prácticamente unánime de críticos y musicólogos es que Don Giovanni es, sin duda, una de las obras maestras absolutas de toda la historia de la música occidental. Ahora, vuelve a poder disfrutarse en el Gran Teatro de Córdoba, que la acogió la última vez en 2006, entonces en una producción escénica del Teatro Villamarta de Jerez y producción musical del propio teatro cordobés.
Gabinete de Prensa IMAE