El escándalo de acoso y agresiones sexuales que rodea al productor de cine Harvey Weinstein inspira la última obra de David Mamet Trigo sucio, que podrá verse este fin de semana (viernes 31 y sábado 1, a las 20:30 horas) en el Gran Teatro de Córdoba. El montaje está dirigido por el cordobés Juan Carlos Rubio y protagonizado por Nancho Novo, Eva Isanta, Norma Ruiz y Fernando Ramallo. La versión en castellano es de Bernabé Rico y la escenografía, de Curt Allen Wilmer.
Estrenado en el Festival de Teatro de Tenerife el pasado mes de noviembre, España es el primer país donde llega este espectáculo después del estreno mundial de la versión en inglés hace pocos meses en el West End londinense, con John Malkovich en el papel principal. El reconocido dramaturgo, director y guionista americano David Mamet escribió el texto en 2018 a instancias de su productor, cuando el caso Weinstein estaba en plena ebullición. El autor dice haber escrito una “comedia”, género que, según su definición, sería “una tragedia que rota 90 grados”. Para la crítica, Trigo sucio es una comedia “sarcástica” sobre un tema recurrente en la producción de Mamet: el abuso de poder en sus múltiples formas. En este caso, el acoso sexual.
La historia se desarrolla en Nueva York, donde un productor de un estudio cinematográfico dedica su tiempo a seducir a artistas guapas, comprar la prensa y a hacer películas de nulo interés cultural. Para él, acostumbrado a que sus deseos sean órdenes, sólo importa el sexo, el poder y el dinero. Y a alcanzar esos objetivos se entrega hasta que una joven aspirante a actriz se resiste a ponerle precio a su carrera, una situación demasiado habitual para las chicas que aspiran a ser estrellas de la pantalla, un sueño inalcanzable si antes no conocen las cloacas del negocio del cine.
Nancho Novo es el encargado de llevar el peso de la trama interpretando al productor de cine Barney Fein, un pez gordo de la industria que tiene como asistente a una mujer, Sondra, papel recreado por Eva Isanta. Fernando Ramallo es el joven guionista Charles, mientras que Norma Ruiz interpreta a Irina, la actriz rusa que propiciará que las cosas empiecen a cambiar en la industria del cine.
Para Juan Carlos Rubio, supone “un privilegio” contar con cuatro actores “tan fantásticos”. “Sin buenos actores -explica el director de la función- no se puede hacer teatro. Ellos son la piedra angular sobre la que pivota el espectáculo; sobre sus hombros está esa responsabilidad y desde luego aportan una brillantez, una verdad y un talento descomunales”. Por su parte, Norma Ruiz destaca que Trigo sucio no es una obra “de carcajada fácil”, sino una comedia “inteligente” y dotada de un humor “negro, ácido y especial”.