El Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, de carácter trienal, nace en 1956 con el deseo de rescatar el cante con la pureza tradicional del «viejo Cante Jondo» (que se mantenía al margen de los circuitos de espectáculos) y con el deseo, al mismo tiempo, de no dejar en el olvido el certamen que se celebró en Granada en 1922 impulsado por Manuel de Falla y Federico García Lorca.
El Concurso de Córdoba, denominado «concurso de concursos», no tiene parangón en la historia de la música flamenca. Dada la importancia de la trayectoria que ha seguido desde su creación, el certamen es hoy el principal referente de los certámenes flamencos y el único de su categoría que puede dar el título de Premio Nacional.