El bar nuestro de cada día es un monólogo musical en clave de humor, en el que se reivindican los bares, no solo como lugar de ocio, sino también como lugares de culto a la vida y a nosotros mismos. Con el teatro transformado en taberna, “Chipi”, camarero de “El bar nuestro de cada día” se ve obligado a cumplir la última voluntad del difunto “Malandro”, un asiduo cliente que ha preferido dejar una fiesta pagada en el bar a un entierro convencional de tanatorio. Chipi improvisa una ceremonia pagana para “Malandro” convirtiendo el velorio, tal como le pidió el difunto, en una fiesta para celebrar su vida en vez de llorar su muerte. Durante el espectáculo, entre anécdotas y canciones, nos va desgranando su vida y su historia, con sus luces y sus sombras. El público, convertido en parroquianos del bar, es también partícipe de esta fiesta sanadora que a través de la música, la palabra y el humor, nos reconcilia con la muerte y nos invita a disfrutar de la vida.
FICHA ARTÍSTICA:
Camarero: Antonio Romera “Chipi”
Banda: Javier Galiana de la Rosa (piano), Bernardo Parrilla (vientos), David León (percusiones)
Música: Javier Galiana de la Rosa y Antonio Romera “Chipi”
Diseño Técnico de sonido: Curro Ureba “Trafalgar Estudios”
Diseño y Técnico de Iluminación: Rafa Gómez
Escenografía: Libibirloque
Vestuario: Telita Confecciones
Autor: Antonio Romera “Chipi”