El barbero de Picasso es una hilarante comedia que toma como punto de partida la conocida relación de amistad y camaradería que el pintor malagueño mantuvo con su peluquero Eugenio Arias en Vallauris desde 1.948. Choques culturales en aquella Francia de exiliados que discuten animadamente – a la española- sobre toros, política o arte, mientras nos conducen a reflexionar sobre nuestro pasado; sobre nuestra ancestral incapacidad, también muy española, de comunicarnos para construir.
El director la describe como: El barbero de Picasso es una comedia de personajes que viven acaloradamente lo que para cualquiera podría ser una locura. Esto pasa porque son genuinamente españoles. Esa barbería que describe Borja en El barbero de Picasso es un trozo anárquico de España perdido al sur de Francia. Picasso y el Barbero, dentro de este microcosmos, son unos españoles que sienten nostalgia de una patria que ya no existe ni existirá. Una patria que construyen en sus discusiones y costumbres. En sus peleas sobre si un torero es mejor o peor o si una cabra es el regalo adecuado al genio de Picasso o alguien intenta reírse de él.
Un lugar, y un tiempo, donde ser comunista es aún una posibilidad. Esa barbería es un mundo lleno de pasiones y contradicciones que sólo existe entre esas tijeras y brochas. Cruzando sus puertas, en el exterior, Francia, el país de la libertad. Pero un país que nunca será el de este barbero y este pintor. Porque ya no son ni franceses ni españoles. Son los ciudadanos de esa patria inventada que construye cualquier desterrado. Una España que sólo existe cuando el barbero y el pintor discuten sobre ella. Un lugar que no podrán habitar sin el otro.
Ficha Artística:
Dirección: Chiqui Carabante
Reparto: Antonio Molero, Pepe Viyuela, Mar Calvo, José Ramón Iglesias
Diseño de espacio escénico: Walter Arias
Diseño de vestuario: Salvador Carabante
Diseño de iluminación: Benito Jiménez
Ayudante de dirección: Pablo M. Bravo
Producción del Teatro Español y Amor al Teatro





